Diferencias entre el estrés y la ansiedad

Diferencias entre el estrés y la ansiedad

Diferencias entre el estrés y la ansiedad

9 de octubre, 2023

En nuestra mente se generan todo tipo de respuestas emocionales y fisiológicas. 

Muchas veces no sabemos si se trata de ansiedad o estrés. ¿Cuál es realmente la diferencia entre estos dos términos?.

La ansiedad es un sistema de alarma biológico que nos avisa de posibles peligros. En principio no es negativa, es un recurso anticipatorio que nos prepara para afrontar posibles situaciones amenazantes evocando una respuesta de acción. La ansiedad funcional nos advierte de que pueden ocurrir ciertas cosas y nos prepara para afrontarlas con los recursos disponibles. La ansiedad se convierte en disfuncional cuando se activan las alertas en momentos donde realmente no existe un peligro, cuando el estado de alerta es constante o cuando nuestra visión solo está centrada en aquello que puede llegar a suceder con una tendencia catastrofista. Habitualmente, el peligro que se percibe es el resultado de nuestra propia imaginación e interpretaciones sobre el futuro que se basan en experiencias pasadas que ya no están presentes. En lugar de prevenirnos o prepararnos ante el peligro, nos llevan a estar continuamente vigilantes llevándonos al agotamiento o a diferentes sintomatologías.

El estrés es también un proceso de activación fisiológica, resultado de la valoración de las demandas externas y de nuestros propios recursos para afrontarlas, y nos ayuda a superar retos que están sucediendo en este momento. Se convierte en disfuncional cuando nos sobrecargamos de actividades y estas sobrepasan los recursos disponibles, pudiendo provocar además un diálogo interno relacionado con la ansiedad. El estrés es un estado de tensión física y mental que se genera como respuesta automática ante situaciones externas percibidas como demandantes impulsándonos a conseguir nuestros objetivos. Es una respuesta necesaria y adaptativa, pero que si se prolonga o se intensifica puede acabar provocando serios trastornos físicos y/o emocionales, afectando también al desempeño.

¿Qué podemos hacer frente al estrés desadaptativo?

  •  Trabajar nuestra actitud respecto a los acontecimientos. Cuando nos damos cuenta de que afrontamos los retos de una forma negativa, podemos encaminar nuestro diálogo interno hacia una actitud más motivadora que nos ayude a desempeñar esas tareas.
  • La red de apoyo. Contar con una buena red de apoyo es un factor de protección ante el estrés, ya sea por compartir, descargar o pedir ayuda.
  •  Bienestar físico. El bienestar psicológico va muy ligado a una buena alimentación, un buen descanso o la realización de actividad física.
  •  Relajación. Cuando el nivel de estrés desciende y todos los procesos fisiológicos y hormonales se van estabilizando es importante que utilicemos técnicas de relajación, facilitando este descenso y la obtención del equilibrio.
  • Trabajar la atención plena con Mindfulness. Cualquier tipo de meditación genera un estado de base para que seamos más conscientes. Poniendo nuestra mente y cuerpo en el aquí y en el ahora nos predisponemos ante las actividades con más calma y posibilitamos la activación de otras áreas cerebrales como el neocórtex, que nos ayuda a desarrollar las actividades del día a día con una mayor conciencia. Esto mejora nuestra capacidad de concentración y de rendimiento.
  • Planificar y establecer prioridades

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